Isela Vega: el adiós de una memorable actriz

Isela Vega Durazo, mejor conocida como Isela Vega, fue toda una figura del cine y la televisión mexicanos, pues no solo se limitó a actuar, sino que también escribió y produjo algunas películas, llegando incluso a dirigir una.

Redacción INSUMISAS

Nació en Hermosillo, Sonora en 1939 y a los 18 años su natural belleza la llevó a coronarse como reina del Carnaval de Mazatlán. De ahí se le abrieron las puertas del modelaje e incluso cantó en algunos bares de la Ciudad de México mientras estudiaba actuación, que con el paso de los años se convertiría en su principal actividad.

Debutó a los 21 años en el cine y en el teatro, y no pasó mucho tiempo para que los productores adivinaran que su salvaje atractivo la hacía una candidata ideal para convertirse en un auténtico sex symbol. Y así fue: protagonizó una serie de películas que la encumbraron, mientras que la aún muy conservadora sociedad mexicana alzaba las cejas, asombrada por su natural y a la vez encantadora desfachatez para desempeñarse en atrevidos roles que muchas de sus colegas no se atrevían a realizar.

Muchos la tacharon de indecente encueratriz, sobre todo cuando en 1974 se convirtió en la primera mujer latina en aparecer completamente desnuda en la versión norteamericana de la revista Playboy, pero lo cierto es que no solo se limitó a mostrar su cuerpo con generosidad, sino también a demostrar que era una verdadera actriz. Las nominaciones al premio Ariel, el máximo galardón de la cinematografía nacional, no tardaron en llegar, y llegó a ganar un total de cuatro estatuillas a lo largo de su carrera, más uno de oro, otorgado en reconocimiento a su brillante trayectoria.

Con el paso inclemente de los años Isela no cometió el error de someterse a interminables cirugías para intentar detener el paso del tiempo. Supo envejecer con dignidad y adaptar su profesión a nuevos papeles más acordes con su edad, y en los últimos años de su carrera hizo tanto reír como llorar al público con una diversidad de papeles que demostraron, al fin, lo que sólo algunos sostuvieron siempre: que detrás de su atractivo se escondía una energética y magnífica actriz.

Hoy, después de más de un centenar de participaciones en producciones de cine y televisión tanto nacionales como extranjeras, doña Isela Vega ya descansa en paz y deja tras de sí un legado memorable. En casos como el suyo, podemos afirmar, simplemente, que la muerte no existe.

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