La educación emocional infantil… cómo fomentarla

El origen de la gran cantidad de problemas psicológicos que sufrimos hoy en día los adultos procede de un estrés que también empiezan a sufrir los niños, y la única manera que tienen los pequeños de encarar y lidiar con esto es darles una buena educación emocional infantil para que aprendan a controlar sus emociones y no se queden nada guardado que pueda perjudicarles a la larga.

 

 

 

 

MERCEDES DE UNANUE BONET / Licenciada en Educación

mercy_unanue@yahoo.com

 

Hace mucho tiempo que este tipo de educación emocional se ha aplicado a pequeños con problemas, pero ha sido en estos días cuando se ha descubierto que realmente todos deberíamos saber manejar nuestras emociones para solucionar muchos problemas a lo largo de nuestra vida.

Gracias a la educación emocional podemos aprender a superar problemas con la familia y amigos, en el trabajo y en nuestra vida diaria, además de enfrentar nuestros miedos, cuyo origen viene de nuestra infancia, pero que se manifiestan sobre todo cuando somos adultos, limitándonos en determinados aspectos. Algunas de las estrategias que podemos usar en el hogar para trabajar la inteligencia emocional son:

  • Tener en cuenta las emociones de los niños y preguntarles siempre sus opiniones.
  • Dar opciones a los pequeños para que ellos mismos tomen sus decisiones.
  • Escuchar a los niños en todo momento para que se sientan valorados.
  • Ser un buen ejemplo para ellos.
  • Respetar las limitaciones que pueda tener el niño y alabar sus talentos, que no siempre serán los mismos en todos.

Les propongo algunas actividades que pueden hacer los padres y maestros con los niños para desarrollar la inteligencia emocional:

  • Hacer una «caja de emociones». En una caja ponemos diferentes tarjetas, en cada una de las cuales habremos escrito una emoción, acompañada con un dibujo que la represente, para que los niños pequeños puedan reconocerlas. Uno a uno vamos tomando estas tarjetas para que los niños vayan aprendiendo a expresar sus emociones, compartiéndonos qué sienten cuando las notan en ellos, al tiempo que les daremos algunas tácticas para poder recuperarse de una emoción negativa, canalizando los sentimientos.
  • «Diccionario de emociones». Escribir diferentes emociones en varias cartulinas, y los niños tendrán que ir escogiendo una a una para hacer un dibujo que la represente, para poder expresar cómo la sienten a su manera.
  • «Bote de las buenas noticias». Cada vez que haya una buena noticia en casa, el niño tendrá que escribirla o hacer un dibujo de ella y lo pondrá adentro de un bote. A final de año, la familia se reunirá para revisar lo que hay en el bote, contabilizando la cantidad de buenas noticias que han vivido juntos.

Estas actividades ayudan a los niños a conocer y controlar sus emociones, así como pasar un rato haciendo algo productivo.

Gracias por leerme. ¡Ánimo que todo pasa!

 

 

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