Acaba de terminar un nuevo proceso electoral y los resultados han sido muy favorecedores para las mujeres mexicanas. Entre otros resultados destacados, tendremos 4 nuevas gobernadoras pero si queremos continuar avanzando estamos obligadas a desarrollar una identidad política propia.
Redacción INSUMISAS
Esta identidad política implica una nueva conciencia personal que permita asumir una ciudadanía plena, siendo protagonistas de mejores alternativas de desarrollo integral en armonía con la gente del lugar en el que vivimos. Podremos lograrla si nos enfocamos en las siguientes tareas:
- La integración personal con las necesidades y expectativas de las otras.
- Una constante comunicación con las actoras sociales y políticas.
- La búsqueda de alternativas renovadas para el liderazgo político, entrelazando una red de intereses comunes.
- La articulación de una ética política que eleve la conciencia para el protagonismo social de las mujeres.
- La autorrenovación solidaria constante, a través de la práctica de la participación consensuada en la búsqueda de la identidad e integración con nuestro país.
- Anteponer el protagonismo social al propio, con la convicción que éste es el motor impulsor de una nueva sociedad, más solidaria y humanista.
- Poner toda nuestra capacidad artística, creadora e innovadora, al servicio de la ciudadanía, en la búsqueda de alternativas viables para el desarrollo sostenible.
En suma, el reto es desarrollar redes solidarias para un nuevo tejido social, con el objetivo de visibilizar la transición de las mujeres de la esfera privada (doméstica) a la esfera pública (la vida en sociedad), lo que nos permitirá hacer valer nuestros derechos y, finalmente, empoderarnos de nuestro propio destino, aportando a la construcción de una sociedad más justa, solidaria y humana.