Niños solos en casa durante la pandemia

Se estima que más de un 40% de los niños atienden sus clases en línea sin sus padres en casa, pues éstos deben de ir a trabajar, a hacer las compras o a atender compromisos sociales, aunque muy raramente los dejan pasar la noche solos.

 

 

 

 

MERCEDES DE UNANUE BONET / Licenciada en Educación

mercy_unanue@yahoo.com

 

Hay varios asuntos y y hasta potenciales peligros que los padres deben considerar antes de exponer a sus hijos a esta situación. Es importante tomar en cuenta lo siguiente:

  • La edad del niño.
  • Las reglas y las expectativas sobre su cumplimiento.
  • Cómo pueden los niños ponerse en contacto con sus padres (por ejemplo: números de teléfono).
  • Situaciones potencialmente riesgosas, como: emergencias médicas, fuego, consumo de alcohol y/o drogas, entrada a la casa de personas desconocidas, armas, etc.
  • Cómo y cuando deben contestar el teléfono o el timbre de la puerta.
  • El uso del contacto 911 para emergencias
  • Amigos y visitas que vienen a la casa.
  • Las responsabilidades hacia los hermanos.
  • Cómo pasan el tiempo no estructurado (por ejemplo: viendo la televisión, jugando videojuegos, etc.).

No se puede generalizar acerca de cuando se puede dejar a un niño solo en la casa. Los adolescentes mayores tienen, por lo general, suficiente sentido de responsabilidad para quedarse solo por periodos limitados de tiempo. Los padres deben considerar el nivel de madurez del niño y la evidencia pasada sobre su comportamiento responsable y buen juicio. Cuando un niño está listo para quedarse solo, se debe comenzar con un periodo de tiempo muy corto e irlo aumentando gradualmente.

En estos tiempos que estamos viviendo en pandemia, esto es muy común. La mayoría de los padres debe salir a trabajar y no tienen con quien dejar a los niños en casa. Se recomienda que hablen con sus hijos sobre cómo deben enfrentar cada uno de los asuntos o problemas potenciales antes enumerados. Además, los padres deben asegurarse de que la casa esté libre de peligros y amenazas, así como desarrollar un plan de emergencias. Hay que enseñarle a los niños cuáles son las precauciones importantes para la seguridad. Por ejemplo: cerrar las puertas, como tratar con visitantes desconocidos que vengan a la casa, el uso de hornillas, etcétera.

El quedarse solo en la casa puede ser aterrador y es una situación potencialmente peligrosa para muchos niños y adolescentes. Los padres deben de tratar de limitar el tiempo de sus ausencias, indicándoles a sus hijos como hacerle frente a las situaciones que puedan surgir cuando ellos no estén en casa.

La UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés), recomienda a los padres proteger la salud mental y emocional de sus hijos. A continuación mencionamos algunos aspectos importantes para que los padres tomen en cuenta, ahora que los niños están la mayor parte del tiempo en casa:

  • Reforzar la comunicación entre niños y sus padres o cuidadores. Al igual que los adultos, es normal que los niños sientan ansiedad, miedo o tengan dudas ante algo que no conocen. Por ello, es vital escucharlos y animarlos a que expresen sus miedos y dedicar tiempo a aclarar sus dudas en un lenguaje que ellos puedan entender.
  • Reforzar medidas de prevención, integrando a toda la familia. En todo momento, asegúreles que todo irá bien, y que además de quedarse en casa, su familia está tomando las medidas necesarias para evitar el contagio, especialmente con la práctica correcta del lavado de manos y el uso constante de cubrebocas.
  • Reforzar el vínculo afectivo con sus hijos e hijas. Ahora que los niños están en casa, aproveche para recordarles, en todo momento, lo mucho que los quieren.
  • Integrar actividades familiares y juegos para unir a la familia y liberar el estrés. En lo posible, haga juegos integrando a todos los miembros de la familia y utilice el arte y la creatividad para fortalecer la comunicación, los vínculos afectivos y estimular el desarrollo en los más pequeños. No importa la edad: el juego libera las tensiones y une a la familia. Promueva realizar grupalmente aquellas actividades y hobbies que a sus hijos e hijas les apasionan, por ejemplo: pintura, baile y coreografías, lectura, películas y series, juegos de mesa, etcétera.
  • Tomar medidas para prevenir la violencia en el hogar. Los niños y adolescentes deben contar con un ambiente familiar seguro y sin violencia, mucho más aún durante una situación de inseguridad generalizada por la enfermedad del coronavirus. Aunque en algún momento, por el estrés del confinamiento, los niños puedan estar alterados; es responsabilidad de padres, madres y cuidadores mantener siempre la calma y evitar reacciones violentas contra nuestros hijos e hijas, como gritos, golpes, amenazas o cualquier otro tipo de castigo físico o emocional. No debemos volcar en ellos los estados de ansiedad, temor, impotencia o angustia que podamos tener debido a la situación de emergencia que todos estamos viviendo.
  • Asegurar la comunicación y vínculo afectivo familiares. Recuérdeles lo importante que es para toda la familia mantener la distancia física de otros familiares que no viven en casa para evitar el contagio, especialmente de las personas mayores. Es importante mantener la comunicación virtual frecuente con abuelos y otras familiares para cuidar los vínculos afectivos con ellos, recordándolos a los niños que para las personas adultas mayores también será bueno saber que se preocupan por ellos.
  • Asegurar la comunicación y vínculo afectivo con amigos. Para los niños y adolescentes es fundamental mantener los vínculos con los amigos y compañeros de estudios. Muchos de ellos se comunican a través de las redes, otras tendrán dificultades para conectarse con facilidad, ya que no tienen sus propios aparatos y los centros de internet están cerrados. Apoye a sus hijos a que puedan comunicarse con sus amigos y amigas compartiendo su celular o computadora en un horario determinado.
  • Acordar rutinas en casa para y con toda la familia. Es importante que entre todos los integrantes de la familia acuerden rutinas, horarios y espacios de la casa para que se puedan ordenar las actividades individuales y grupales durante estas semanas. Es preciso recordarles que no se encuentran de vacaciones, sino haciendo todo lo que normalmente hacen adultos e hijos, pero en casa y utilizando medios tecnológicos.
  • Promover la actividad física y evitar la sobreexposición de violencia en línea. Se debe evitar que niños, niñas y adolescentes pasen todo el día conectados a las pantallas, ya que esto puede exponerlos a un mayor riesgo de convertirse en víctimas de diferentes prácticas de violencia en línea. Propongan y acuerden familiarmente nuevas rutinas para asegurar el tiempo de estudio, de interacción familiar y de actividad física en la casa, tan necesaria para mantener un buen estado de salud física, mental y emocional.

Gracias por leerme… ¡Animo que todo pasa!

 

 

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